Dalreth
Su resolución, arranque y madurez fueron decisivos en muchas de las decisiones que marcaron la trayectoria del Smial. Desgraciadamente para el smial actual, no puede aportar todos sus esfuerzos, su alegría y su tenacidad, que ahora están focalizados en un pequeño proyecto tolkieniano de dos años. Hablamos con Dalreth.
Nos gustaría empezar con cómo conociste la existencia de la STE.
Bueno, yo me vine a vivir a Madrid y, por internet, conocía a gente de la STE de Granada. Entonces, hicieron una mereth y (por aquel entonces yo conocía a Dûriner) y fuimos a la mereth y, a la vuelta, fue cuando me dijo que aquí en Madrid también había un smial y ya... bueno, él ya estaba en el Smial. Y entonces ya entré yo.
Cuando entraste, ¿qué es lo que más te llamó la atención del Smial?
A mí me gustaba mucho Tolkien y había leído El Silmarillion, El señor de los anillos y El hobbit, y me gustó mucho y me quedé con muchas ganas de más, pero no encontraba nada parecido. Entonces, al entrar en el smial, me llamó mucho la atención que había gente que estaba tan metida en eso como yo, que le gustaba tanto como a mí, incluso más; todo el conocimiento que tenían y todo lo que aprendí de ellos.
¿Cómo eran las reuniones entonces y qué actividades te gustaban más a ti?
Bueno, por aquel entonces en el Smial había menos gente, era más familiar. Y la reunión [...] cada uno llegaba y leía, a lo mejor, no precisamente de Tolkien sino de algún libro que le gustase y leía algún pasaje. Y luego se comentaban temas que surgían, pero espontáneamente, de la obra de Tolkien y luego siempre había momentos de risa, no sé. Era realmente muy familiar [...]
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¿Cuál es tu personaje favorito de la obra de Tolkien?
Bueno, voy a ser muy tópica, pero la primera vez que me leí el libro, yo caí rendida ante Aragorn, es que me enamoré de él. [...]
¿Cómo elegiste tu nombre?
Mi nombre lo elegí antes de entrar aquí en el Smial. Nada, por sonoridad. Si quieres que te diga la verdad, me sonó bien y...
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¿Qué tienen los elfos que no tengan las otras razas?
A mí los elfos... es que el poderío que tienen... Ya no es que sean más guapos, sino simplemente la fuerza que tienen. Cuando leí en El Silmarillion La caída de Gondolin, me di cuenta de que los elfos eran algo más que simplemente una persona muy guapa andando por el bosque.
Y ya en el Smial, ¿Cuál fue la primera actividad grande en la que pudiste participar?
Yo creo que fue el maratón que hicimos de 24 horas Tolkien aquí en Madrid. Salió bien. Estuvimos un fin de semana en un centro cultural (bueno, el trece rosas que ya conocéis) [...] vino gente de fuera de Madrid, organizamos actividades, durante la noche también hubo juegos y la verdad es que salió bastante bien.
¿Os tocó trabajar mucho? ¿Érais pocos entonces?
Tampoco mucho, porque éramos pocos, pero en general en la STE tampoco éramos muchos, entonces el volumen de gente que venía no era como si ahora organizas una mereth y el volumen de trabajo también era más pequeño.
¿Y en la EstelCon del 2000?
Bueno, aquello fue una locura, porque tampoco éramos muchos y, como los de Númenor somos más que nadie, pues en vez de hacer la típica EstelCon de cuatro días, duró una semana. Claro, completar una semana con actividades es complicado. Sobre todo porque no éramos muchos. [...] Luego ya cuando llegó la EstelCon lo disfruté muchísimo, vi todo el trabajo que se había hecho que estaba dando ahí frutos. La gente creo que se lo pasó muy bien. Y además es que fue una EstelCon que marcó un poco el final de un estilo. Y, a partir de ese año, las EstelCones fueron más de otro tipo porque no lo hacíamos en albergue, sino que todo era completamente gratis (porque casi todos son gente joven, que no trabajan) y, entonces, la filosofía que había era un poco diferente de lo que se encuentra en una EstelCon ahora. Era más abierta (con todos los beneficios que conlleva, pero también tiene muchos inconvenientes).
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¿Qué es lo que te gusta más, cantar o actuar?
Cantar. A mí lo de actuar se me da muy mal [...]
Pero has actuado en algunos cortos...
Lo de los cortos fue muy divertido. La verdad es que yo me lo pasé muy bien pero reconozco que ahora, con todo el potencial que tiene el Smial, con toda la gente, reconozco que hay mucha gente que lo hace mejor que yo, y prefiero que lo hagan otros. En aquel momento no había más gente, y tienes que trabajar con los demás. Me lo pasé muy bien, pero no lo volvería a repetir.
En el tema de los musicales, ¿habías cantado alguna vez antes o te cogían, te asignaban y te ponías a protagonizar...?
Sí. A mí siempre me ha gustado mucho cantar, y eso sí que no me costaba nada de trabajo.
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¿Qué es lo que más echas de menos ahora que no puedes ir al smial con tanta asiduidad?
Pues, a la gente, sobre todo, a la gente. Y sobre todo también ese ambiente especial de poder compartir lo que es la magia, de la que siempre se habla, "Ay, la magia", pero sí que existe, la magia de Tolkien, y ver esa lucecita en los ojos de el resto de la gente, pues lo echo mucho de menos. Muchísimo.
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¿Podrías hablar un poco sobre los dos cortos en los que has participado (La disolución de la comunidad y Liberad a Glorfindel)?
La disolución de la comunidad era en plan más serio, más normal. Nos fuimos ahí a la sierra a rodar un fin de semana con un cámara profesional (el pobre hombre iba totalmente engañado) y en un día lo rodamos y la verdad es que quedó bastante bien. Luego lo montaron Dûriner y Aranarth y quedó bastante bien.
Y el otro era más en plan de broma ¿no? Que fue muy divertido también rodarlo. Y además es que era curioso, porque teníamos un guión y a medida que se nos iban ocurriendo ideas (que eran todas absurdas, a cual más, pero como no había nadie que dijera que no porque estábamos todos muy locos...), pues se hacía todo. [...]
Cuéntanos algo sobre los musicales.
El histórico musical de Númenor (que además creo que fue el primero que se hizo en la STE). Para mí fue la actividad que más me ha gustado de todas las que he hecho [...] En el otro musical, fue la parte del baile, que hice yo y, con la gente como vosotros, que sois unos bailarines natos pues... si es que todo lo que hacemos sale bien.